La Política de Medio Ambiente de la entidad está orientada a potenciar los efectos positivos y a minimizar los negativos que pueda generar su actividad sobre el mismo.
De velar por el cumplimiento de los principios que rigen esta política y de garantizar el compromiso del banco con la protección del medio ambiente se encarga el área de Sostenibilidad.
También se ha puesto en marcha un grupo de trabajo de Medio Ambiente con las áreas más implicadas, para realizar un seguimiento periódico de los indicadores ambientales y de la implantación y desarrollo del sistema de gestión ambiental.
En el eje ambiental se recoge la Estrategia de Cambio Climático y su proyecto Huella de carbono, a través del cual se identifican, miden y controlan tanto los impactos ambientales directos como los indirectos que genera la actividad del banco.
Los criterios ambientales están presentes en las políticas de financiación e inversión de la entidad. A finales 2016, Bankinter se adhirió a los Principios de Ecuador, llevando a cabo análisis ambientales y sociales en aquellos proyectos de financiación que, por su calificación, lo requieren. En las guías sectoriales de financiación definidas en 2018, se incluyeron también criterios ambientales y sociales para estudiar las operaciones.
La cadena de proveedores y subcontratistas no es ajena a la gestión ambiental responsable: para su homologación se tienen en cuenta criterios ambientales y se incluyen cláusulas ambientales en aquellos contratos en los que se considera más relevante el riesgo.
El banco colabora con organismos de referencia que evalúan y valoran su desempeño ambiental, como Carbon Disclosure Project (CDP),del que Bankinter ha sido entidad signataria desde su lanzamiento. La entidad también está adherida a la iniciativa CDP Water y CDP Forest Disclosure Project.
La Estrategia de Cambio Climático de Bankinter tiene una buena ponderación en los índices de sostenibilidad, aunque el banco es consciente de que las expectativas de sus grupos de interés a este respecto son crecientes. Se está a la espera de la nueva Ley de Cambio Climático, pero ya están analizando las implicaciones de las recomendaciones del Financial Stability Board y de la Task Force on Climated- related Financial Disclosures, que apuntan a la necesidad de que las entidades financieras gestionen los riesgos y oportunidades del cambio climático en el corto, medio y largo plazo.
Bankinter está definiendo una estrategia que incorpora estas recomendaciones, partiendo del importante trabajo previo ya realizado y está estableciendo objetivos a corto, medio y largo plazo, con las áreas del banco más implicadas (riesgos, Banca de Inversión, gestión de activos, etc.)
En el reto que el cambio climático plantea, cada actor debe identificar su rol. Y aunque el sector financiero no es una industria intensiva en carbono, las entidades financieras tienen un papel relevante en la transición hacia una economía baja en carbono.
Por lo tanto, la responsabilidad de la entidad con el medio ambiente no reside tanto en la gestión de los impactos directos que su actividad genera en el entorno (aspecto que se viene gestionando desde hace más de una década), como en la identificación y gestión de los impactos indirectos, es decir, los que se generan por la aplicación de las políticas de financiación y de inversión.
Bankinter, también dentro de su Estrategia de Cambio Climático, ha definido una hoja de ruta para su neutralidad en carbono, que comprende fórmulas tanto para la reducción de emisiones a través de programas de ecoeficiencia, como para la neutralización (compra de energía verde) y la compensación (compra indirecta de derechos de carbono para proyectos de reforestación y conservación).
También está trabajando en la identificación de los impactos indirectos, es decir, en conocer cuál es su contribución real al fenómeno de cambio climático y a la pérdida de biodiversidad.
En esta línea, Bankinter ha liderado en España un proyecto piloto junto a la Natural Capital Coalition, iniciativa impulsada por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Su objetivo es desarrollar una guía específica para el sector financiero que facilite la identificación y gestión de los impactos en el capital natural: la guía para el sector financiero del Natural Capital Protocol. Con este proyecto se persigue conocer:
Las conclusiones obtenidas de este trabajo han ayudado al banco a establecer las primeras guías sectoriales de financiación que incluyen criterios ASG, para los sectores extractivo, agrícola y defensa.
El nuevo edificio de Bankinter en Alcobendas (Madrid) fue reconocido en 2018 con el Certificado LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) en su nivel platino (máximo grado de la certificación).
Se trata de un edificio sostenible, innovador y ecoeficiente, que sigue las nuevas tendencias de la oficina del futuro, como se ha denominado a los entornos de trabajo más innovadores.
Se adapta a la apuesta del banco por la sostenibilidad y cumple con estrictos criterios de eficiencia energética y de entornos laborales más saludables.
No sólo rigen en él medidas de ahorro para el consumo de agua y de energía, sino que más del 90% de los puestos de trabajo cuentan con luz natural, aspecto inusual en los grandes edificios madrileños.
Bankinter calcula desde 2009 su huella de carbono integral en sus tres alcances de emisiones: las directas (consumo de combustibles fósiles y posibles fugas de gases refrigerantes), las indirectas (consumo eléctrico) y las inducidas (transporte y consumo de papel, entre otros impactos).
En 2018, el banco volvió a someter a verificación externa el cálculo de su huella de carbono organizacional, incluyendo la actividad del banco en Portugal, realizada por la firma SGS conforme al Protocolo de Gases de Efecto Invernadero y en línea con las exigencias del Panel Intergubernamental del Cambio Climático.
Bankinter inscribió de nuevo su huella de carbono (la calculada para el año 2017) en el Registro de la Huella de Carbono del Ministerio de Medio Ambiente.
En 2018, la actividad del Grupo Bankinter en España y Portugal produjo un total de 22.414,24 toneladas de CO2 equivalente, 4,02 toneladas de CO2 por empleado (aumento de 0,56% con respecto a 2017)
Las emisiones de alcance 1 -las directas- sumaron un total de 1.053 toneladas de CO2. Con respecto a 2017, esto supone un aumento de un 9,25% en términos absolutos y un 8.72% en términos de emisiones por empleado. Este aumento de emisiones se debe sobre todo al funcionamiento durante todo el 2018 del nuevo edificio de Alcobendas, cuando en 2017 solo funcionó unos meses.
En cuanto al alcance 2 -emisiones indirectas- se registró un descenso de 3,22% en términos absolutos y de 3.69% en emisiones por empleado.
El total de emisiones de los alcances 1 y 2 por empleado experimentó un descenso de un 2,66% respecto a 2017, debido a las diferentes medidas de eficiencia energética que se han implantado durante los últimos años, los controles establecidos y a que en 2018 la energía eléctrica del nuevo edificio de Alcobendas ha sido proveniente de energías renovables.
Las emisiones de alcance 3 -emisiones inducidas- se incrementaron en un 4,67% (un 4.67% por empleado), principalmente por los viajes de empresas debido a la mayor actividad comercial, en coherencia con los resultados económicos presentados por la entidad del año 2018.
La entidad tiene identificados los principales indicadores de ecoeficiencia que se derivan de su actividad para su medición y control. La finalidad que se persigue es implantar las medidas necesarias para conseguir el máximo aprovechamiento del desempeño ecológico del banco. Esto se traduce en la minimización de su huella de carbono y en la estrategia para la mitigación del cambio climático.
2018 fue el primer año en que el edificio de Alcobendas 14 funcionó completamente (en 2017 sólo tuvo actividad durante seis meses) por lo que las tendencias de algunos indicadores, sobre todo el consumo de gas natural, se vieron afectadas. Cabe esperar que en 2019, ya a pleno funcionamiento, se vuelvan a normalizar las evoluciones descendentes de todos los indicadores ambientales.
El consumo indirecto de energía en el banco responde al consumo eléctrico. Esta es la principal fuente utilizada por Bankinter (89% del total de energía consumida) y su consumo se ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos años como consecuencia de las medidas de eficiencia adoptadas. En 2018 el total del consumo eléctrico ha disminuido un 1,72% (aún teniendo en cuenta el funcionamiento del nuevo edificio de Alcobendas)
En el caso del consumo directo de energía (gasóil y gas natural), la tendencia de 2018 se ha visto muy afectada por los consumos de gas natural del nuevo edificio de Alcobendas. En total, estos consumos han aumentado un 64% respecto al año pasado. No obstante, el consumo global de energía del Grupo en España y Portugal únicamente ha aumentado un 2.11% por empleado, con respecto a 2017.
A finales de 2016 se realizaron las auditorías energéticas que exigía la legislación vigente en los inmuebles de la entidad, poniéndose en valor la gestión energética realizada hasta el momento (renovación de equipos por otros más eficientes, sustitución de luminarias por LED, sistemas de telegestión de consumos, etc.)
Bankinter adquiere el papel según exigentes criterios ambientales. Es 100% reciclado y está etiquetado con los sellos ecológicos Angel Azul y Cisne Nórdico.
Para la reducción de su consumo, el banco viene implantando medidas como la firma biométrica, ya vigente en puestos fijos de oficina y que se ha ido extendiendo estos últimos años a varias operativas y productos (contratación de fondos de inversión, cuentas corrientes, depósitos, planes de pensiones). Los empleados disponen de tabletas para que los clientes puedan llevar a cabo estas operaciones mediante la firma digital.
Otro hito importante ha sido la digitalización del proceso de contratación de empleados. Además de la firma digital del contrato, toda la documentación asociada a cada empleado va a formar parte de un archivo digital personal, reduciendo de esta forma las necesidades de papel.
Asimismo, se mantuvieron las campañas informativas a clientes para sustituir el recibo de correspondencia en papel por el modelo de correspondencia a través de la web.
Para garantizar la mejora continua de su desempeño ambiental, Bankinter dispone de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA), certificado según la norma UNE EN ISO 14001. Dicho sistema está adaptado a la última versión de la norma y su alcance se amplió al incluir el nuevo edificio de Alcobendas. Actualmente incluye los cuatro edificios singulares de la entidad en Madrid (Paseo de la Castellana, Tres Cantos, los dos edificios de Alcobendas) y una oficina. En su proceso anual de verificación participa el área de Auditoría Interna.
Un 42% de la plantilla del banco en España está cubierta por esta certificación medioambiental. En Portugal, también se cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental certificado, que durante 2017 amplió su alcance a la nueva sede de Lisboa en Marqués de Pombal (incluye también el edificio de Torre Oriente) y alcanza a un 45% de la plantilla.
En su Programa Anual de Gestión Ambiental, Bankinter recoge una serie de objetivos y metas destinados a la optimización de consumos y a la correcta gestión de residuos; a la disminución de emisiones a la atmósfera, y a la programación de campañas de comunicación, sensibilización y formación a los empleados sobre buenas prácticas ambientales. Se detallan a continuación:
Para la difusión de sus diversas iniciativas en materia social y medioambiental, el banco dispone de diferentes canales de comunicación, tanto internos como externos, donde promueve así la participación de todos sus grupos de interés.
Además del presente Informe Anual, pone a su disposición el Portal de Medio Ambiente y el blog de opinión, reflexión y debate entre todos los empleados.
Entre las acciones de sensibilización dirigidas a la plantilla destacan las siguientes:
Web de medio ambiente. Ofrece noticias sobre actividades de interés ambiental, tanto internas como externas al banco, y pone a disposición del empleado un buzón de sugerencias.
Sección de sostenibilidad en el blog de Bankinter. Es una sección independiente cuyas publicaciones son, además, difundidas a través de las Redes Sociales del banco (Facebook, Twitter, Linkedin y Google+).
Colaboración y financiación de jornadas de apoyo a jóvenes emprendedores verdes, organizadas por la start-up Greenweekend. En 2018, Bankinter colaboró en cinco eventos.
XIV edición del Premio de Fotografía sobre Medio Ambiente. Se celebró en 2018 bajo el lema Cazadores de árboles y contó con la participación de empleados de España y Portugal.
Presentación de la estrategia de cambio climático en diferentes foros. Bankinter fue anfitrión de la Jornada de Corresponsables Alianzas y Medio Ambiente, y participó en diversas jornadas como las organizadas por Vozpópuli o el programa de radio de empresas y medio ambiente Ecogestiona.
Apoyo a la campaña La Hora del Planeta, iniciativa mundial de WWF cuyo fin es reducir las emisiones de CO2. Para secundarla se apagó la iluminación de todos los inmuebles del banco y se desconectaron diferentes dispositivos. Igualmente, se fomentó la participación de empleados y clientes.
Premio Ecoeficiencia en Bankinter Portugal, un desafío para que los empleados aportasen las mejores ideas de ecoeficiencia interna.
Bankinter ha formado parte del el Clúster de Cambio Climático que promueve WBCSD (World Business Council for Sustainable Development) como empresa líder. Están adheridas al clúster más de 60 empresas de diferentes sectores. A lo largo de 2018, el grupo profundizó en la gestión de los riesgos y oportunidades derivadas del cambio climático.
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