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Entrevista al Presidente, Pedro Guerrero 

“Bankinter salió de 2017 más rentable y solvente de lo que entró”

¿En qué contexto macroeconómico se desarrolló la actividad del banco durante 2017?

A escala mundial, 2017 fue un año bastante bueno desde el punto de vista de la actividad económica. De hecho, fue el año pasado, cuando empezamos a percibir como el ciclo, global y doméstico, cambia definitivamente de contractivo a expansivo. La consolidación de esta nueva y mejor situación tiene lugar a pesar de las incertidumbres que afectan a la estabilidad geoestratégica y política. 

En España el PIB volvió a crecer, por tercer año consecutivo, por encima del 3%, y de forma equilibrada, gracias al buen comportamiento del consumo, de la inversión y del sector exterior.

Los bancos centrales iniciaron, aunque tímidamente, un lento proceso de retirada de estímulos. En Estados Unidos los tipos subieron tres veces en 2017 y el BCE comenzó a reducir la dimensión de sus inyecciones de liquidez en la Eurozona. Este es un indicio de que el proceso de normalización económica avanza adecuadamente, al poner de manifiesto que los estímulos monetarios empiezan a ser menos necesarios. Es decir, la economía global comienza a ser capaz de funcionar adecuadamente sin asistencia externa. 

Además, tal vez el aspecto más positivo de este ciclo expansivo sea su elevada sincronización geográfica. No es fácil identificar una economía de primer orden que esté quedándose desvinculada de este proceso. Este hecho resulta especialmente importante para la proyección de las compañías españolas en el exterior y, sobre todo, refuerza la sostenibilidad a largo plazo del propio ciclo. Todo ello proporciona una base de partida esperanzadora para 2018.

”Podemos confiar en que la inercia positiva de la economía que está en marcha se extenderá hasta 2018 e incluso más allá.”

¿Será posible mantener esa tónica de crecimiento?

Pienso que sí. Las economías tienen unas fuertes inercias, tanto en lo positivo (expansión) como en lo negativo (contracción), que no son fáciles de quebrar en el corto plazo. Creo que podemos confiar en que, salvo acontecimientos imprevisibles, la inercia positiva que está en marcha se extenderá hasta 2018 e incluso más allá. Es bueno recordar que los ciclos expansivos, generalmente, son entre dos y tres veces más duraderos que los contractivos. Al menos eso es lo que nos indica la historia de la economía desde principios del siglo XX, y no se identifican argumentos sólidos que ahora pongan este hecho en cuestión. Es más, en el siglo XXI en el que ya nos adentramos, el avance cada vez más rápido de la tecnología en combinación con la gestión más profesionalizada de la economía, tanto pública como privada, debería reducir la probabilidad de una involución de esta dinámica.

¿Cómo ve la situación del sector bancario?

La banca es una industria superviviente de una coincidencia de condiciones adversas que se ha extendido durante casi 10 años (2007/2017). Por esa razón hoy apenas quedan una docena de bancos en España cuando antes de la crisis había más de 60. Y por eso los supervivientes somos más fuertes y tenemos los balances más sólidos que nunca. Ello nos coloca en una buena posición para aprovechar la mejora de contexto que pensamos tendrá lugar progresivamente a lo largo de los próximos años. 

Por un lado nos favorecerá la recuperación de los volúmenes de actividad, en combinación con una mejora de la calidad crediticia gracias al ciclo económico expansivo. Por otro, es muy difícil que los tipos de interés bajen y lo más probable es que evolucionen al alza. Es algo que no vemos a corto plazo en la Eurozona, por lo menos durante el año en curso, pero que finalmente tendrá que suceder, como está sucediendo ya en los Estados Unidos. Y ese será también un factor positivo para los resultados del sector.

Dicho lo cual, no podemos olvidar las amenazas, que son muchas, que se derivan principalmente de la competencia de las empresas relacionadas con las nuevas tecnologías, del exceso de regulación, a veces asfixiante, e incluso de la posible formación de burbujas originadas por el exceso de liquidez.

¿Qué papel desempeña en todo esto la digitalización?

Un papel muy importante, ya que no solo es una demanda creciente de los clientes sino que resulta esencial para dar escalabilidad al negocio sin necesidad de incurrir en los costes que requiere una extensa red de oficinas. 

Hasta ahora los canales digitales de Bankinter estaban dirigidos a la transaccionalidad, es decir, a facilitar el autoservicio de nuestros clientes. Esto es lo que ha permitido que Bankinter tenga una red física mucho más pequeña que la que le correspondería por su cuota de mercado. Sin embargo, la tecnología hoy nos permite dar un nuevo impulso a los canales digitales para que éstos sean un apoyo a la venta y a la captación de nuevos clientes, dándoles una orientación mucho más comercial y no solo transaccional. En esta línea, en 2017 hemos sacado una nueva web de Particulares con una experiencia de usuario muy mejorada y con herramientas de captación, como simuladores, comparadores y buscadores, así como con una mayor oferta de productos a la venta. 

Nos sentimos especialmente orgullosos del uso masivo que los clientes hacen ya de los canales virtuales en su relación con el Banco. El 91% de nuestros clientes son digitales, bien puros (31%) o mixtos.

Desde el punto de vista de la digitalización interna estamos rediseñando procesos aplicándoles nuevas tecnologías como el reconocimiento facial, OCR (Optical Character Recognition), BPM (Business Process Management), para reducir los tiempos de proceso y también los recursos internos dedicados a tareas administrativas. Todo ello va a redundar en una mejora de la calidad percibida, de la productividad de la plantilla comercial y finalmente en procesos más adaptados al mundo digital.

¿Quiere decir ello que debemos olvidarnos de la forma en que hemos hecho banca hasta ahora? En absoluto. En los segmentos más altos la relación humana y el asesoramiento seguirán siendo una parte troncal de nuestra propuesta de valor, por lo que la red física seguirá teniendo un papel central, pero dedicará más tiempo a la venta, a la captación y al asesoramiento y mucho menos a las tareas operativas. 

“El mérito es de un equipo humano de calidad excepcional, motivado, comprometido y con un decidido liderazgo.”

¿Qué destacaría de Bankinter en 2017?

Lo más importante ha sido la potencia de nuestra actividad comercial. En un mercado que, pese a la bonanza económica, todavía decrece (el crédito, principal fuente de ingresos de la Banca, sigue disminuyendo), Bankinter, por excepción, ha conseguido crecer y, por tanto, ganar cuota de mercado en todos los segmentos tanto de personas físicas como de jurídicas. Hemos crecido en Particulares, en Banca Personal, en Banca Privada, en Pymes, en Medianas Empresas y en Banca Corporativa.

También lo hemos hecho en los negocios en los que hemos puesto el foco los últimos años por considerarlos estratégicos. Ha sido el caso del Crédito al Consumo que ha tenido un comportamiento extraordinario creciendo un 42% en el año. También han tenido un comportamiento excepcional el Negocio Internacional y la Banca de Inversión, contribuyendo de forma relevante a los resultados del Banco.

Línea Directa Aseguradora ha vuelto a realizar un año brillante. Ha crecido significativamente, ganando cuota de mercado en los ramos de auto y hogar. Ha lanzado una nueva línea de negocio que han sido los seguros de salud, con la marca Vivaz. Y también ha batido su récord de beneficios, lo cual es muy meritorio en un año en el que se ha invertido fuertemente en el crecimiento.

Por último, tengo que destacar el buen comportamiento de la operación de Portugal. En el primer ejercicio completo desde que adquirimos la red de oficinas de Barclays en 2016, hemos conseguido crecer significativamente en recursos e inversión crediticia y hemos obtenido beneficios. Además, la integración operativa está prácticamente completada.

Creo que es un hecho muy destacable teniendo en cuenta que se trata de la primera operación de adquisición y salida al extranjero, de tamaño significativo, que ha realizado Bankinter en su historia.

En resumen, 2017 ha sido de nuevo un año récord para Bankinter, en el que además, se han sentado unas bases muy sólidas de cara a nuestro crecimiento futuro.

La buena marcha de 2017 ha sido posible gracias a la confianza de nuestros clientes, así como a la profesionalidad, dedicación y entrega de nuestros empleados.

El mérito es de un equipo humano de calidad excepcional, motivado y comprometido que cuenta con un decidido liderazgo.

A todos los que forman parte del mismo les doy la enhorabuena y las gracias.

¿Y los resultados del banco?

Aunque la Consejera Delegada se referirá a ellos más adelante, me gustaría destacar dos cosas.

La primera es su importe. Han sido 495 millones de beneficio neto, récord histórico de Bankinter, y ya van 4 años consecutivos batiendo récord de beneficios. Además, este año no ha habido ningún extraordinario, como el año pasado que contamos con los 145 millones de BAI derivados del Fondo de Comercio Negativo que generó la operación de Portugal al haberse realizado a un precio muy favorable. Si prescindimos de este efecto, el beneficio neto habría crecido en el año un 20,2%.

Lo segundo que querría reseñar es la calidad de los resultados.

Como he dicho no ha habido ningún extraordinario, pero es que, además, han procedido casi exclusivamente del negocio con clientes.

El ROF (Resultado de Operaciones Financieras) ha sido de 61millones de euros, lo que supone solo un 3,3% del margen bruto. Y la cartera de deuda del Banco no llega al 150% de nuestros recursos propios, que es lo que se considera técnicamente correcto para cubrir el riesgo de tipo de interés.

Estos resultados han permitido ofrecer un ROE (rentabilidad sobre el capital invertido) del 12,6%, el más alto, con diferencia, de la banca española y uno de los mayores de la banca comercial en Europa.

Si a ello unimos nuestros sólidos ratios de capital y liquidez, que comentará con más detalle la Consejera Delegada, y nuestra baja tasa de mora y de activos adjudicados, podemos concluir que nos encontramos en una posición envidiable para afrontar el futuro.

En resumen, Bankinter salió de 2017 más rentable y solvente de lo que entró. 

¿En qué notarán los accionistas todas estas mejoras?

En dos cosas fundamentalmente. 

La primera es el precio de la acción. En 2017 se revalorizó un 7,4%. Este aumento es significativo si lo ponemos en contexto. Veníamos de ser el valor bancario que más se había revalorizado del IBEX 35 durante todos y cada uno de los 4 años anteriores. Y en el conjunto del quinquenio que va del 2013 al 2017 (ambos incluidos) hemos sido el que más se ha revalorizado de los 40 bancos que cotizan en el índice europeo STOXX® Europe 600.

Los buenos resultados del ejercicio, que en parte descontaba el mercado, han hecho que nuestra acción se haya revalorizado un 17% en el mes de enero de 2018.

La segunda es la rentabilidad por dividendos. Este año proponemos a la Junta General, pagar un dividendo, íntegramente en efectivo, de 247,6 millones de euros, que supone un incremento del 24% respecto del dividendo total (y también del dividendo por acción) del año anterior. Nos parece una retribución al accionista coherente con los resultados y que al mismo tiempo asegura la conservación del capital y el mantenimiento de un adecuado nivel de solvencia.

¿Cuáles son las novedades en la apuesta de Bankinter por la sostenibilidad?

Es una apuesta decidida, que parte de nuestra convicción de que todos, desde nuestros respectivos ámbitos de actividad y en la medida de nuestras posibilidades, debemos contribuir a un mundo mejor. Y observamos con satisfacción que ese esfuerzo nos ha sido reconocido, como lo demuestra el hecho de que el año pasado Bankinter fue incluido en el Dow Jones Sustainability Index Europe, el indicador bursátil que engloba a las empresas con mejor desempeño social, medioambiental y de gobierno corporativo de Europa.

En 2017 continuamos desarrollando los objetivos fijados en el plan ‘Tres en raya’, que se llama así porque alinea las tres dimensiones de la política de sostenibilidad de Bankinter: la económica, la social y la ambiental. ¿Qué se pretende con él? Pues, básicamente, establecer una relación equilibrada, transparente y clara con nuestros grupos de interés (accionistas, clientes, empleados, proveedores, sociedad en general); facilitar la integración financiera de quienes tienen alguna discapacidad; hacer una gestión responsable de las personas, como principal activo del banco; contribuir al desarrollo de la comunidad, y reducir al mínimo nuestro impacto en el entorno.

En otras páginas de este informe se hace una descripción minuciosa de los logros del plan. No obstante, aprovecho la oportunidad para reafirmar el compromiso del banco con la sostenibilidad, que cada vez impregna más todas las áreas de nuestro negocio. Un compromiso, por cierto, que afecta de pleno al gobierno corporativo, sujeto a las prácticas internacionales más exigentes y a lo previsto en la Unión Bancaria. 

“Reafirmo el compromiso de la entidad con la sostenibilidad, que cada vez impregna más todas las áreas de nuestro negocio.”

También quiero expresar mi reconocimiento hacia la Fundación Innovación Bankinter, que realiza una labor encomiable para materializar nuestras inquietudes, sobre todo en lo que se refiere al trascendente papel de la innovación y el emprendimiento en el progreso de la humanidad. A ello están enfocados sus cuatro programas. El Future Trends Forum que es el primer think tank de España y el 27º del mundo dedicado a ciencia y tecnología según la universidad de Pensilvania. El programa Akademia que difunde la importancia de la innovación empresarial en los principales centros universitarios e inicia a los estudiantes en la puesta en marcha de nuevos proyectos de autoempleo. El programa Emprendedores que invierte capital en etapas tempranas de estos proyectos. Y Cre100do que colabora en el crecimiento e internacionalización de las medianas empresas ayudándolas a hacerse grandes.

Creemos que los frutos de esos cuatro programas, junto a las características peculiares de nuestra actividad, ocuparán un importante lugar en el legado del banco.

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